CÓMO CELEBRAR UNA
BIENVENIDA AL MUNDO CON EL BANCO DEL TIEMPO DE TENERIFE.
La Bienvenida al mundo de
nuestro pequeño Gastón fue el pasado 11 de junio. Un día como imaginarán, más
que especial para nosotros. Para quienes no conozcan el término, contarles que
es una ceremonia civil en la que se celebra la llegada al mundo de un bebé, el
equivalente a un bautizo, sin tintes religiosos. Juanma y yo somos socios del
Banco del Tiempo desde hace más de cuatro años, y desde entonces, nos ha
servido de gran ayuda. Tanto en nuestra boda en 2013, como ahora en la
Bienvenida al mundo de nuestro pequeño Gastón, descubrimos que esta manera de
entender la nueva economía, la economía colaborativa, ayuda a que muchos
podamos celebrar días especiales de la forma en la que siempre habíamos
imaginado.
Celebramos nuestra boda,
hace ya cuatro años, en un espacio maravilloso y mágico, El Manantial de Tara.
Por entonces, su propietario no pertenecía al Banco del tiempo, pero siempre
supimos que, cuando tuviéramos un bebé, querríamos celebrar su llegada en el
mismo lugar. La suerte corrió de nuestro lado, y sin apenas sospecharlo, Guillermo Riestra, entró a formar parte de
esta gran familia. Alquilamos la finca para toda una jornada y el servicio de
ofrecer el almuerzo a todos nuestros invitados.
El acuerdo alcanzado con
Guillermo fue abonar la mitad del importe en tempus y la otra mitad en euros el
mismo día de la celebración. Fueron 50 los invitados y como en nuestra boda,
quedamos maravillados con la magia que se produce en cualquier evento que se
celebre en El Manantial de Tara.
Guillermo puso a nuestra
disposición un grupo de voluntarios que tenían preparado todo el espacio para
la celebración, incluso ramos de flores a modos de centros para cada una de las
mesas. Las sillas estaban colocadas en forma de arco dirigidas hacia la zona
donde hablaría nuestro maestro de ceremonias y nosotros.
Para el almuerzo se
preparó una riquísima y abundante paella con productos frescos y arroz de
primera calidad. No pudimos quedar más contentos. También pudimos disfrutar de
un servicio de té y café después de la tarta.
Otro de los servicios que
solicitamos al Banco del Tiempo es el de la música en vivo. Fue sin duda, un
grandísimo descubrimiento y quedamos más que fascinados con el espectáculo que
nos ofreció el socio Simone Turinese que, junto a su compañera de escenario,
forman el grupo Madame Quimera. Lo puesto en escena es live loop sesion, y
dicho así suena a poco, pero lo cierto es que son capaces de trasladarnos con
su música a cualquier lugar que ellos deseen. Un importante número de invitados
nos pidieron su contacto para poder disfrutar de su arte en más ocasiones.
Cuando su música empezó a
sonar, todos nos quedamos con la boca abierta, sonaron durante el almuerzo,
para amenizarlo, pero era imposible seguir con nuestras conversaciones y risas,
aquello requería de todos nuestros sentidos.
Simone llegó al Manantial
de Tara bastante antes de que comenzara la ceremonia porque sus propios equipos
harían de soporte para proyectar la voz del maestro de ceremonias. Puso a
nuestra disposición todo su material para que lo utilizáramos en la ceremonia y
en la creación del ambiente previo. Podéis encontrarlos en Facebook con el
nombre Madame Quimera.
El encargado de
inmortalizar la Bienvenida al mundo de Gastón, con su objetivo, fue el socio
Oliver Mañas, excelente fotógrafo y
buena persona. Fue bonito que el mismo fotógrafo que nos hiciera las fotos
durante el embarazo, fuera el que hiciera las fotos de la Bienvenida al mundo.
Oliver es capaz de captar cualquier detalle que pueda escapar al ojo. Capta
momentos, instantes que pueden pasar desapercibidos. Le notamos en total
sintonía con el ambiente, contagiado por un día en el que celebrábamos la vida
y el amor.
Tener recuerdos en vídeo
de ese día fue gracias a otra socia, en este caso a una de las primeras que
entraron a formar parte del Banco del
tiempo; hablo de María García. Llegó al Manantial de Tara con suficiente
antelación para volver a recordar con nosotros cómo se iba a distribuir la
ceremonia y el día. Ocupando un espacio más que discreto, María grabó los
momentos más relevantes del día y nos acompañó durante el almuerzo. Al igual
que Oliver, vimos que disfrutó y sintió las emociones que tanto Juanma como yo
queríamos que se produjeran, ese día, entre los invitados.
Nuestros padres eran parte
importante de una celebración como esta, así que mi padre, que vive en El
Hierro, necesitaba de una buena puesta a punto en cuanto a servicio de estética
y peluquería. Quien mejor que la cariñosa socia Naima Doce para hacer manicura,
pedicura, arreglo de barba y corte de pelo a mi padre, que suele ser hombre de
pocos afeites.
Para después del café y el
postre montamos una exquisita mesa dulce que fue una de las cosas que más
ilusión me hacía de este día. La gran artista y artífice de semejante obra es
la socia Dulce Pilar Armas. Trabajamos de forma conjunta, muchas tardes
previas, para elaborar la decoración y composición de esta bonita mesa. Un
punto clave para los más pequeños de la fiesta.
Tras la ceremonia,
emitimos un vídeo con los momentos más emotivos vividos hasta el momento con
Gastón. Un vídeo que nos hizo reír y llorar a partes iguales. El artista fue el
socio Pedro Oliver Armas. Es social media y controla todos los asuntos
relacionados con la imagen en internet. Su montaje y musicalización del mismo
fue clave para nosotros. Además le dimos muy poco tiempo para hacerlo y fue la
mar de rápido.
También hablamos con
varias personas del Banco del tiempo para que fueron nuestro maestr@ de
ceremonias, y encontramos gente muy dispuesta y con dotes; pero un amigo de la
familia se ofreció a dirigir la bienvenida al mundo, y finalmente no
solicitamos el servicio al banco del tiempo.
Con todo esto queremos
agradecer al Banco del tiempo y a todos los que lo integran, su pasión por el
buen hacer y por el compromiso moral y ético al formar parte de esta gran
familia. Se demuestra así que se puede celebrar y hacer muchísimas cosas con
tempus, esa maravillosa moneda de cambio que a todos nos está haciendo la vida
más fácil.
Carolina Armas.
Socia 254.
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